El pasado sábado 26 de octubre cumplía por fin un deseo que me aporreaba la cabeza desde que empecé a montar en moto, hace algo menos de 6 años. Siempre me he considerado un conductor prudente, comedido y concienciado con la seguridad en la carretera, sobre todo desde que me convertí en un paragolpes al comprarme la moto. En mi convicción de que no soy un piloto experimentado en moto y en la seguridad de que siempre se puede aprender de otros -por muchos kilómetros que se lleven encima- siempre he querido participar en un curso de conducción segura de motocicletas. Periódicamente llegaban a mi noticias de un curso de éstos pero siempre me quedaba con las ganas porque costaba una pasta, porque se hacía muy lejos o por las dos cosas. Pues gracias a la Asociación Moto y Vida me llegó la hora de hacerlo. Moto y Vida es un colectivo que trabaja para fomentar el uso seguro de la moto. Entre las actividades que organiza se encontraba el curso de "Conducción segura de motocicletas", una jornada formativa a un precio que me permitió -por fin- alcanzar este ansiado objetivo.
Salimos hacia Badajoz, un viaje un poco húmedo
El día anterior al curso -muy pasado por agua- salíamos en dirección a Badajoz, donde pasaríamos la noche. La previsión para el 26 era de buen tiempo pero el día 25 fue algo muy distinto. A las 18:30 arrancábamos Miguelito, Antonio y yo, a esa hora veíamos un cielo muy negro por la zona de la Sierra que teníamos que atravesar, así que decidimos arrancar con toda la impedimenta para el agua ya puesta, y menos mal. Cuando no llevábamos ni 10 minutos de camino empezaba a llover, en algunos momentos con fuerza, y nos tuvo un buen rato -como diríamos- rodando bajo la lluvia. Luego escampó y pudimos avanzar un poco más con comodidad hasta que entramos en la provincia de Badajoz, allí -ya nos había caído la noche- se nos echó encima una espesa niebla que nos obligó a ralentizar la marcha y a rodar muy despacio, esta niebla nos acompañó un buen rato y luego nos visitaba y se marchaba a tramos hasta que llegamos a Badajoz. Una vez instalados en el hotel, Miguelito y yo nos pusimos unos vaqueros y Antonio tuvo que aguantar todas las risas que pudimos dedicarle cuando nos dijo: "no jodas, os habéis traído unos vaqueros?, cabrones, por qué no me habéis avisado?". El pobre, que llevaba un mono de cuero estilo rácing (con sliders, joroba....), salió a cenar y a tomarse una copa como si fuera a entrar en el circuito de inmediato.
Vamos al circuito
A las 7:00 de la mañana teníamos puestos los despertadores para que nos diera tiempo de recoger la habitación, coger las motos, desayunar por el camino al circuito y llegar a las 9:00, que teníamos el inicio del curso. El camino hasta el circuito de kárting de Talavera la Real lo hacíamos en medio de una espesa niebla, tan espesa que ya empezamos el día bien mojados. Al llegar al circuito, apenas se veía a un puñado de metros, poco a poco iría abriendo pero la primera impresión no fue muy buena, además el firme estaba empapado.
Empezamos el curso
Empezábamos el curso con la presentación del mismo, Jesús y Alberto, dos ex-instructores de la Escuela de Tráfico serían los encargados de ponernos las pilas a los 18 alumnos que estábamos inscritos en el curso. A continuación nos harían una rápida evaluación del nivel de conducción que presentábamos para dividirnos en dos grupos (yo preferí no preguntar en cual caía, no fuera que me dijeran que era de los malos).
A Miguelito, a Antonio y a mi nos asignaron el mismo grupo y de inmediato empezamos con el curso propiamente dicho.
Lo primero que tocamos fueron unas nociones básicas de equipamiento del piloto y condiciones de la moto, movimiento a motor parado y poco más.
Luego empezaríamos con unas prácticas de manejo elemental de la moto con zig-zags entre conos, el profe se fue encargando de ir cambiando su disposición para putearnos cada vez más, con esto se trataba de que ejercitáramos el movimiento de contramanillar y el balanceo de la moto con las caderas, casi ná...
Frenada
El curso se centraría básicamente en técnicas de frenada y trazado de curvas. Tras explicarnos la forma de hacerlo, Alberto -el instructor al que le tocó bregar conmigo- nos ponía a practicar: frenada con la rueda trasera, frenada con la rueda delantera y frenada con las dos ruedas.
A continuación veíamos la maniobra de evasión ante un obstáculo en la calzada, hubo quien se imaginaba un autobús que se nos cruzaba pero yo preferí imaginarme a una señora de avanzada edad (useasé, una vieja); se trataba de circular a "alta velocidad" cuando nos encontramos ante un obstáculo en nuestro camino, hay que frenar con decisión sin llegar a detener la moto y esquivar a la señora en cuestión con un rápido movimiento de la moto. Esto, a unos les salía mejor y a otros nos salía peor, pero bueno, se hizo lo que se pudo.
Trazado de curvas
Tras una comida en la que tuvimos oportunidad de charlar más distendidamente entre nosotros y con los monitores, con los que compartimos algunas anécdotas con sus compañeros de profesión.
Echamos unas risas y poco después de levantarnos de la mesa empezábamos lo más duro del curso, una teórica a la hora de la siesta, con una luz tenue para poder dormir, digooo para que se viera mejor la imagen del proyector. A pesar de que era una hora complicada, tocamos el tema de las trazadas de curva y se me hizo bastante interesante, lo que me ayudó mucho a mantenerme despierto. Es curioso el comprobar los fallos que he estado cometiendo a la hora de trazar curvas y cómo pueden afectar a la seguridad en la moto.
En esta teórica pude comprobar que no solía utilizar la trazada atrasada, que es la más segura, sino más bien la adelantada, que -en caso de imprevisto- me obligaría a abandonar mi carril o a abortar la maniobra de la curva y hacer una mierda de trazada con correcciones a mitad del giro. Pues eso, que fue una teórica muy interesante y productiva. Ahora tocaba poner en práctica lo aprendido, a coger las motos y a la pista de nuevo.
Prácticas de trazadas en el circuito
Aquí empezaba lo mejor del curso, había que liarse a hacer curvas en el circuito. Esta vez no hicimos grupos porque íbamos a darle vueltas al circuito completo tratando de trazar las curvas tal y como nos habían explicado. La idea era poner en práctica lo que nos habían dicho durante la teórica, no se trataba de ir deprisa peeeroooo.... quién se pone a ir pisando webos en un circuito??? Pues nadie.
Cierto es que íbamos tratando de buscar las trazadas atrasadas para hacer las cosas bien, pero cada vez un poquito más rápido. Al principio evitaba adelantar a los compañeros que iban más lentos, me daba como corte de hacerlo, pero es que había algunos que estaban muy verdes y me impedían hasta poner en práctica lo que tenía que hacer. Poco a poco nos fuimos olvidando del corte por adelantar y empezamos a buscar los huecos para pasar a los compañeros más lentos. Parecía algo inevitable el que al final viéramos a algunos compis completamente picados, hay que reconocer que el emplazamiento y la ocasión incitaba a pecar. Conforme avanzaba la tarde el asfalto estaba más seco (al principio tenía algún charco además de la humedad matinal) y buscaba trazar más rápido las curvas de la manera que nos habían enseñado.
Tanto nos enrollamos dándole vueltas al circuito que se pasó la hora de hacer la ruta que había programada, así que la cambiamos por un rato más de adrenalina sin salir del kárting. A falta de dos giros para terminar la jornada, en la entrada a una curva hice una reducción más brusca de lo que el motor podía asimilar y tuve un pequeño susto que no pasó de ahí.
Terminó lo bueno
Cuando llegó la hora de terminar, cada cara que salía del casco mostraba una sonrisa enorme. Realmente lo pasamos de vicio. Qué más se le puede pedir a una jornada como la de hoy? Hemos aprendido a conducir la moto con mayor seguridad y nos hemos divertido como niños. En lo que a mi respecta, la idea de asistir a este curso ha sido un gran acierto y no puedo sino recomendárselo a todo el que le guste conducir una moto.
A casita
Una vez que dimos por terminado el curso nos entregaron los diplomas y empezaron las despedidas, más largas de lo deseable, visto que eran ya más de las 19:00 y teníamos aún 3 horitas mal contadas de viaje nocturno hasta llegar de nuevo a Huelva. Por lo menos esta noche no nos llovería y no cogeríamos niebla, una parada para cenar algo, otra para que Antonio regara unos matorrales, otra para repostar y a casita.
Ahora a contarle a las mujeres -que en esta ocasión se quedaron en tierra- lo interesante de la jornada. Para las próximas salidas moteras queda la intención de poner en práctica todo lo aprendido en el curso, que después de varios años conduciendo como me ha dado la gana ahora me toca cambiar el chip, a ver qué tal.
Agradecimiento
No puedo pasar por alto el mostrar mi agradecimiento a la Asociación Moto y Vida, así como a los instructores Jesús y Alberto, el interés demostrado y el buen hacer en este curso. Una cosa más, amenazo con volver a inscribirme en otra edición.
La web de la asociación: Asociación Moto y Vida
Su facebook: Asociación Moto y Vida
Su tweeter: Asociación Moto y Vida
Las fotografías del curso han sido cedidas por Jesús Baena, instructor del curso.
Un temario elaborado por Jesús Baena, que iré actualizando y completando poco a poco con documentación a la que vaya teniendo acceso: Temario

No hay comentarios:
Publicar un comentario